Cuando Cristo nos encontró nos halló en un basurero. Dolidos por un saldo de moretones de erradas decisiones; derrotados en las cenizas de sueños inverosímiles que se convirtieron en pesadillas; victimizados por vicios ajenos que recayeron sobre nosotros; desorientados por disfuncionalidades de nuestra formación que nos hizo presos de hábitos casi inescapables; arrumbados por fracasos […]